Ni el chocolate me sabe mas dulce que tus deliciosos labios



martes, 28 de febrero de 2012

CAPITULO 138: BESO PASIONAL


El caminaba de un lado a otro mientras hablaba con Agustín, y Lali aunque intento se le fue difícil no mirarlo, y en un momento Peter también la miro, ambos volvían a sentir ese cosquilleo que se introducía en su cuerpo.

El pudo sentir ese escalofrío que se introducía en su cuerpo y prefirió sentarse enfrente de ella trato de desviar la mirada pero por unos minutos no lo logro, y podía ver que ella tampoco lo hacia. Cuando al fin desvío la mirada como si fuera inevitable recordó aquella noche después del boliche, lo que paso en el departamento de ella.

[b]flashbacks[/b]

Mariana se trato de poner bien de pie, y sin darse cuenta estaba prácticamente en frente de Peter, solo un par de centímetros la separaba de sus carnosos labios, podía sentir su respiración.

Ambos no podían, ni querían separarse, aunque sabían que deberían hacerlo.

Sus corazones estaban completamente acelerados e iban al mismo ritmo acompasados, sus pieles ardían tanto que hasta la ropa les quemaban, y sus labios mostraban un hambre el cual no se saciaba con alimentos.

Peter la tomo fuertemente por la cintura pegándola completamente a su cuerpo, al cual se amoldaba perfectamente. Mientras su otra mano la tomaba de la nuca mientras ese beso se intensificaba más cada vez.

La manos de Lali en cambio acariciaban lo que mas podía de su espalda, y también la nuca de este revolviendo todos esos pequeños pelitos que tenia allí.

En medio de tan pasional beso, los dos fueron caminando despacio hasta el sofá principal que había en aquel living. Se sentaron sobre este pero sin separarse ningún momento.

Mariana fue metiendo las manos debajo de la camisa de Peter, este gimió sin cortar el beso al sentir las delicadas manos de ella en su calurosa piel. Comenzó a acariciar su cintura para luego seguir por su espalda pero sin sacar la camisa. Luego sus manos comenzaron aquel abdomen tan trabajado que le encantaba, y no pudo reprimir ella un gemido cuando sin las manos de el que acariciaba su cola y muslos mientra ella tocaba lo que podía de aquel gran pecho.

Sin soportar mas la morocha comenzó a sacarle su camisa, pero no botón por botón sino como si fuera una remera, mientras aprovechaba para acariciar esa deleitosa piel.

A causa de tanto calor y del aire que se le acababa de los pulmones, la boca de Peter cambio de lugar posicionándose en aquel delicado y delicioso cuello.


CONTINUARA...

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