El silencio era total, muy incomodo y tenso. Y a Lali comenzó a preguntarse como convivirían si ni siquiera se hablaban en un viaje de casi una hora en auto. Pero para su sorpresa Peter puso fin a ese silencio.
Peter:…
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Pablo ingresaba a la casa Lanzani, encontrándose con su madre algo adormilada en el sofá de dos cuerpos con ambas manos en su panza y la televisión prendida enfrente de ella.
A el le dio demasiada ternura esa imagen, lo mismo le pasaba en el embarazo de Lali y luz, se quedaba dormida prácticamente siempre que se sentaba y mas los últimos meses de gestación.
Este se acerco con cuidado, tratando de de no hacer ningún ruido fuerte y que se levantara asustada, ya que en su condición era muy poco recomendables.
Poli: mama desperta – apenas moviéndola del hombro.
Emilia lenta y perezosamente fue abriendo los ojos, aunque su vista al principio era borrosa a causa del sueño y de sus ojos aun pegados, luego de unos segundos su vista mejoro y pudo ver a su hijo Pablo.
Emi: mmm... al fin volviste.
Poli: ¿me estabas esperando?
Emi: si. Yo, mariana y pedro, pero tardaste y se tuvieron que ir.
Poli: uh, que mal, pero bueno luego les llamo.
Emi: si.
Pablo: ¿ya le dijiste?
Emi: si ya lo hice.
Poli: ¿y que te dijeron?
Emi: aunque al principio ninguno de los dos quería y ponían excusas tontas, yo les hable y los convencí a ambos.
Poli: que bueno.
Emi: si. ¿Y tú donde estabas?
Poli: yo hablando con el investigador privado – ya que lo había contratado hace unos meses.
Emi: ¿y?
Poli: esta averiguando una pista que seria el causante de todo.
Emi: ¿de que se trata esa pista?
Poli: ma es mejor que primero vea si es verdadera y después te cuento, no quiero ninguna exaltación que moleste a mis hermanitos – tocando la panza de su madre.
Emi: tense razón, ya decidí que me voy a ir cuando ellos nazcan, al mes.
continuara...
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