Ni el chocolate me sabe mas dulce que tus deliciosos labios



sábado, 25 de febrero de 2012

CAPITULO 116: CIGARRILLOS



Aunque luz nunca les gusto como eran ellas, los cambios que sufrió hace unos mese hicieron que se junten con ellas y dejara a sus anteriores amigos. No quería saber nada de ellos se sentía desorientada y no se daba cuenta que esa no eran las amistades que necesitaba en esos momentos.

Hace unos tres días cuando estaban en la casa de una de ellas, más específicamente en la casa de Anabela se habían juntado para “charlar” ya que su madre ni su padrastro estaban en la casa. Lo que luz jamás se hubiera esperado es que esas chicas de la misma edad que ella excepto Belén que tiene un año mas, se pusieran a fumar en la habitación como si eso fuera algo normal.

Ellas le habían preguntaron si ella quería pero esta se negó y se sintió rara al ver como sus amigas fumaban y ella quedaba como a nena, pero no se animo a hacerlo.

Ahora se encontraba en su habitación http://www.opendeco.es/wp-content/uploads/2007/07/2006juvenil2.jpg la cual había reformado tirando todas las cosas que contenía ya que ella como había dicho “ya no era una nena”

Ya no era la misma que hace unos meses y eso era evidente para todos los que la conocían y eso preocupaba bastante a su familia sobre todo a Emilia la cual no sabia que hacer.

Luz estaba en su computadora cuando decidió buscar aquellos cigarrillos que le había dado Belén para que pruebe si se animaba sola. Se fue hacia su cama y abrió la segunda cajonera inferior, reviso por el fondo de esta y encontró el paquete nuevo.

Estaba nerviosa, no sabía si hacerlo o no, pero ahí recordó lo que le habían dicho sus amigas “para ser grande tenes que hacer cosas de grandes y nosotras fumamos porque no somos unas nenas y nos gusta”

Fue hacia su mesita de luz y agarro la cajita de fósforo que tenia dentro abrió esta y saco el fósforo, también saco un cigarrillo del paquete que había abierto y lo encendió.

Respiro profundamente y luego de exhalar, luego llevo ese cigarrillo a sus labios y aspiro el humo. Y como era de esperarse empezó a toser tanto que su cara se volvió prácticamente roja y sus ojos se pusieron a lagrimear, sentía como su Garganta ardía y le picaba tanto que apenas podía respirar or la tos que le provocaba, pero según lo que le había dicho Sofía eso era normal a primera vez que luego se acostumbraría y le encantaría.

Pero luz decidió apagar ese cigarrillo y tirarlo al tacho de basura, el paquete de cigarrillo lo volvió a poner en su lugar como también lo hizo con la cajita de fósforos.

Se fue rápidamente al baño y se lavo la cara para limpiar las lágrimas que había derramado, y luego se puso a lavar los dientes para que nadie sintiera ese olor y para sacarse tan mal gusto de la boca.

continuara...

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