Ni el chocolate me sabe mas dulce que tus deliciosos labios



sábado, 3 de marzo de 2012

CAPITULO 139: TE NECESITO



Capitulo ciento treinta y nueve:

Luego de por fin haber podido sacar en ese momento esa molesta camisa ella se dedico a poder deleitarse tocando aquel cuerpo que la estaba volviendo loca. Mientras este se tiraba encima de ella.

La sangre les recorría el cuerpo a un ritmo incontrolable. Al igual que ellos no se podían controlar.

Las manos de Peter comenzaron a entrar dentro del vertido de su amada, recorrió con delicadeza y desespero la piel de Lali, comenzando a acariciarle los muslo para luego llegar a sus glúteos los cuales eran generosos. Su piel al sentir la gran mano de Peter se ponía de gallina.

Era imposible no gemir de tanta excitación y placer, ambos cuerpos eran consumidos por la pasión y el amor. Necesitaban estar unidos, y que nada los pudiera separar.

Ella podía sentir como él recorría su pequeña cintura, y acariciaba su abdomen ya que no se podía decir que tuviera pancita ni siquiera.

Lali: Peter – mientras tiraba su cabeza para atrás.
Peter: te necesito – en susurro.

Con desesperación él la tomo en sus brazos mientras ella se subía a él en forma de koala y el la sostenía de su cola. Y comenzó a llevarla al dormitorio de ella.

Varias veces se chocaron, pero aun así no pararon, y sus besos se hicieron mas apasionados aun. Se comían literalmente la boca, se las mordisqueaban, las estiraban, las saboreaban y no dejaban ni un centímetro sin recorrer.

Las prendas ya eran molestas, así que la morocha puso sus pequeñas manos en la prendedura de los pantalones que tanto deseaba. Peter al sentir esas manos tan delicadas en esa zona no pudo evitar gemir.

Al deshacerse de esos pantalones, mariana pudo notar a través de aquellos boxer negros cuanto la deseaba ese hombre al que tanto amaba.

Al ver la desigualdad de prendas, Peter tomo partido y comenzó a bajar ese vestido, al hacerlo noto que ella no llevaba corpiño, y fue inevitable no quedarse como hipnotizado viendo por completo – solo con su ropa interior inferior – su escultural y delicioso cuerpo. Era tan ellos, tan frágil y hermoso, era la tentación misma.

Ella, al notar como su mirada acariciaba todo su cuerpo se sonrojo, algo que él noto y le produjo una sonrisa que a ella lo enamoro aun mas.

continuara...

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