Ni el chocolate me sabe mas dulce que tus deliciosos labios



martes, 28 de febrero de 2012

CAPITULO 136: CESAREA




Poli: mama, tranquila.
Emi: llévame al hospital por favor – dijo entre su fuerte sollozo.
Poli: si, mama.
Nicolás: no – dijo una vez que pudo componerse.
Poli: ¿Cómo que no? – dijo mirándolo son sorpresa y furia a la vez.
Nicolás: y la llevo al hospital, vos e quedas a cuidar a luz que no se puede quedar sola y avisar a tus hermanos.
Poli: pero…
Emi: Pablo hace caso a tu padre es lo mejor.
Poli: ¿estas segura ma?
Emi: si – trataba de calmarse a pesar del dolor que sentía – si queres después de avisar a tus hermanos, llama a julia para ver si puede cuidar a luz.
Nico: hace lo que dice, yo la llevo a la clínica de Felipe – doctor de la familia – y te aviso.
Poli: esta bien.

Nicolás se acerco a Emilia y la tomo entre sus brazos, como aquella vez de su luna de miel. Ese recuerdo hizo que un escalofrío recorriera su espalda.

Tratando de hacer caso omiso a las reacciones de su cuerpo, llevo inmediatamente a Emilia a su auto, y tomo el curso de la clínica donde todos sus hijos nacieron, a ese lugar ya tan conocido.

Al llegar al destino Nicolás tomo a la que hace algunos mese antes había sido su esposa entre sus brazos e ingreso al establecimiento. Y se puso frente a la recepción.

Nicolás: el doctor Fernández, mi mujer va a dar a luz.

A pesar de toda aquella situación esa frase sorprendió a ambos. Pero a causa de que habían traído la silla de ruedas sacaron a los dos de esa mirada que habían conectado desde lo dicho por él.

Enfermera: por favor ponga de inmediato aquí a la paciente.
Nicolás: eh si, si – cumplió el pedido - ¿Dónde esta el doctor Fernández?
Enfermera: el ya se esta preparando para revisar a la paciente – y se la llevo a una habitación.

Nicolás siguió  a esa enfermera morocho, de mediana edad y algo regordeta. Antes de entrar a la habitación este saco su celular el cual estaba sonando. Al mirar la pantalla de su celular supo quien lo llamaba, pero decidió cortar la llamada ya que no quería atender a nadie en ese momento.

Volvió a guardar aquel aparato en el bolsillo del pantalón y entro a la habitación donde estaba su ex. Se encontraba en la cama con bastante sudor en la frente y pálida la cara, también se podía sentir como su cuerpo temblaba, en ese momento sintió que tenia que protegerla pero no sabia como.

Al lado de ella ya se encontraba el medico revisando algunas notas en los papeles que también eran escritas por él.

Nicolás: ¿que le paso Federico?
Federico: bueno… lo que puedo decir es que a causa de alguna emoción fuerte o momento estresante como lo habíamos previsto hace unos meses, causaron un efecto negativo en el embarazo de Emilia, ya era delicado desde la vez que se quedo internada.
Emi: ¿mis bebes están bien? ¿Van a estar bien?
Nicolás: ¿la vez que fue internada?
Federico: Si, estuvo internada hace unos cinco meses si mis cálculos no me fallan – le dijo a Nicolás y luego miro a Emilia – y creo haber dicho que tenías que estar tranquila, nada de problemas, ni estrés, ni momentos angustiosos. ¿Cuál era la situación en que te encontrabas cuando comenzaste a sentir los dolores y a tener hemorragia?
Emi: es que hubo una pelea en casa – miro a Nicolás – y me altere.
Federico: eso lo explica todo. Bueno te paso a informar que a causa de esto tenemos que adelantar tu parto para hoy mismo ya que la fuente se ha roto justo en el momento en que entraste pero a causa de la sangre no lo has percibido, pero vamos a tener que hacer cesárea por lo complicado de tu embarazo y mas al ser de mellizos.
Emi: ¿Qué? ¿Ahora?
Nicolás: ¿pero van a estar bien?
Federico: si con la cesárea si, ya que tendremos todo totalmente controlado y pondremos algunos calmante y anestesia luego a Emilia. Ahora están terminando de preparar el quirófano para la operación.


continuara...

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