El beso se fue intensificando cada vez mas, mariana lo agarraba de la nuca con una mano mientras jugaba con su corto cabello con la otra. Pitt acariciaba su espalda mientras la acercaba mas a el.
Hasta que alguien interrumpió ese beso llamando por el teléfono de Peter.
Se separaron rápidamente, mirándose sin saber que hacer, Peter estaba avergonzado al igual que Lali quien además estaba coloradísima.
El celular seguía sonando, y a Peter no le quedo otra que atender, y Lali se puso a llevar los platos ya servidos a la mesa.
El que había llamado era Agustín quien quería que lleven alguna bebida, Peter estuvo hablando unos 10 minutos y al terminar se dirigió a la mesa con el queso rallado que era lo único que faltaba.
La cena estuvo tranquila, con varia miradas entre los cuatros, de curiosidad, nerviosismo, pensativas, dulces, raras.
Estaban muy confundidos la pareja morochos que habían estado en la cocina, era raro todo lo que les pasaba tanto por dentro como por fuera.
En el beso que se habían dado le produjo a cada uno sensaciones nunca sentidas. Un intenso cosquilleo dentro de la panza, como si miles de mariposas volaran dentro; una intensa adrenalina que provocaban que sus corazones latieran a un ritmo que creían que se les iba a salir; un dulce vértigo al sentir la suave y caliente piel del otro; el sentir que no había nadie alrededor mas que ellos en el medio de la nada misma sin necesidad de nada mas; y otros tantos que aun no podían describir con palabras, es mas dudaban que existieran palabras para poder hacer que alguien entendiera lo que les recorría por el cuerpo y alma.
Hubo varias charlas en sobre lo que harían esa noche, sobre la universidad, sobre el deporte que practicaban los chicos que era rugby (obvio) y lo que estudiarían las chicas quienes empezaba segundo año mientras que los chicos terminaban.
Mientras en la casa Lanzani
Pablo: solo te digo que me voy a España el sábado (es martes) solo te digo que termino de graduarme y vuelvo – la carrera de el dura menos en España – y si me entero que papa no sabe nada para cuando yo vuelva que va a ser en cuatro meses – mirándola amenazante – se lo voy a contar yo
Emilia: hijo por favor no me hagas esto - llorando
Pablo: no me hagas arrepentirme y que se lo cuente ahora sobre lo infiel que has sido
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