Ni el chocolate me sabe mas dulce que tus deliciosos labios



jueves, 23 de febrero de 2012

CAPITULO 107: SILENCIO



Él trato de acercarse pero antes de que pudiera hacerlo esta salio corriendo y el la siguió de la misma forma.

Para Peter le era casi imposible seguirla ya que parecía que cuando ella pasaba todos se corrían de su camino para que ella se pudiera alejar mas de él, mientras que cuando el trataba de alcanzarla todos se le metían delante de el y hasta tubo que empujar a algunos para no perderla de vista.

Pudo ver como mariana salía apresurada del boliche, el tardo apenas un minuto en salir también de ese lugar, miro para ambos lados de la vereda una vez fuera del antro y vio como Lali doblaba rápidamente por la esquina.

Corrió mas de prisa, su respiraron muy agitada a causa del ejercicio que estaba haciendo ero para el bien valía la pena eso y mucho mas. Para su suerte la alcanzo a media cuadra de donde había doblado. La tomo del brazo y la abrazo al instante sin dudar.

Mariana estaba muy alterada, esa mezcla de sensaciones que sentía no quería que Peter las viera, sus lagrimas no podían dejar de salir y sentía que su cuerpo temblaba por lo que le estaba pasando, claro que también puede ser que sea por el viento frío que había afuera y ella de tan apurada que salio se olvido de su abrigo.

Trato de escapar lo mas que pudo de el, pero sabia que ni mudándose a otro mundo esos sentimientos acabarían, sintió su cuerpo exaltarse al sentir aquel jalon en su brazo seguido por un abrazo, por un instante se asusto mucho pero de inmediato se fue ese miedo al sentir ese perfume, ese calor, esa piel junto a ella.

¿Cómo no reconocerlo? Mariana era capaz de saber quien es aunque tuviera una venda en los ojos y alrededor de ella hubiera miles de hombres con el mismo perfume. Pero ninguno combinaría tan bien ese perfume con el perfume que emanaba de su piel, que hacia que los pequeños bellos de sus brazos se erizaran.

Se pronto se encontró devolviendo en forma intensiva ese abrazo tan protector, tierno, tan lleno de… amor.

Su cuerpo no le respondía, parecía que su cabeza estaba en coma ya que su cuerpo actuaba sin hacerle caso a la cabeza, o capaz era que su corazón gritaba aun más fuerte y por eso hacia lo que este decía.

Peter: tranquilízate mi am… Lali, por favor no estés así

Juan pedro trato de tranquilizarla, pero cuando mariana escucho su voz tan tomada por el llanto y tan quebrada empezó a llorar mas.

Su cara se encontraba totalmente empapada, pero se dio cuenta que también su cabeza estaba húmeda, lo que provoco que mirada para arriba, encontrándose con el rostro de Peter totalmente empapado.

Por un momento tomo conciencia, y trato de tranquilizarse y aunque le fue muy difícil se separo del abrazo que la unía a Peter.

Lali: creo que lo mejor es que me valla a casa
Peter: vamos a mi auto así vamos.
Lali: lo mejor es que valla sola.
Peter: claro que no, o e voy a dejar sola en el medio de la noche, con frío y caminando, quieras o no vamos los dos juntos.
Lali: esta bien – dijo luego de un suspiro, sabia que aunque le insistiera no Cambiaria de opinión – mientras le mando un mensajito a cande para avisarle.
Peter: dale.

El camino hasta el estacionamiento fue silencioso, y ni hablar del trayecto del viaje en el auto, que para peor es que en todas las esquinas los semáforos estaban en rojo, haciendo que se alargue el tiempo.

Al bajarse ambos del auto, se dirigieron hacia el ascensor donde seguía ese inquietante silencio, al llegar cada uno a su puerta, se quedaron un momento mirándose como lo hicieron cuando caminaron hacia el estacionamiento, como en el auto, como en el ascensor y como ahora. Les era casi imposible no mirarse aunque quisieran dejar de hacerlo.

Peter: ¿estas mejor?
Lali: si – y le sonó el celular – es cande, dice que Vico tiene las llaves tuyas.
Peter: uh es cierto se lo había dado antes de bañarme para que me lo tenga y no se lo pedí.
Lali: em si queres podes entrar al departamento hasta que llegue candela que de seguro viene con Vico ya que hacen el mismo viaje.
Peter: ¿si no te molesta? – algo tímido.
Lali: no, claro que no – abriendo la puerta – pasa.
Peter: gracias.
Lali: de nada… eh voy a buscar un vaso de agua ¿queres algo?
Peter: no nada

Lali aun nerviosa por la situación empieza a caminar hacia l cocina, pero cuando pasa por al lado de Peter en un mal movimiento se tropezó, pero para su serte Peter la agarro a tiempo.

Mariana se trato de poner bien de pie, y sin darse cuenta estaba prácticamente en frente de Peter, solo un par de centímetros la separaba de sus carnosos labios, podía sentir su respiración.



continuara...

No hay comentarios:

Publicar un comentario