Ni el chocolate me sabe mas dulce que tus deliciosos labios



martes, 21 de febrero de 2012

CAPITULO 98: ACTITUD



Termino lo que tenia que hacer y se fue para la cocina a comenzar a preparar la cena, pero antes de llega a la puerta de esta se abrió la puerta principal y ahí o vio a él, a Nicolás ingresando a la casa con su maletín en una mano y con su traje algo arrugado.

Emilia: hola mi amor – sonriéndole.
Nicolás: eh hola ¿luz? – algo cortado.
Emilia: ya se fue a la casa de milagros – extrañada.
Nicolás: bueno me voy a cambiar – empezando a subir las escaleras.
Emilia: ¿queres que te prepare algo de comer?
Nicolás: no gracias no tengo hambre – saliendo de su vista ya que ya había subido.

Emilia se sentía mal, y el miedo que tenía era más grande. Ella había planeado ese día para contarle sobre su desliz, y trataría de hacerlo mas liviano preparándole una cena romántica y diciéndole lo mucho que lo ama primero y lo mucho que estaba arrepentida.

Pero con la actitud que estaba teniendo con ella  últimamente, tenia miedo a su reacción. En su mente se imaginaba infinidad de cosas antes de que se empiece a portar tan cortante con ella. Que no la iba a perdonar era una de ella, pero aun así iba a remarla si era necesario en brea ya que sabía como era Nicolás.

Pero en poco tiempo de la nada comenzó a portarse raro con ella. Ya que la noche anterior cuando fueron a la cama no le dirigió la palabra y se acostó rápidamente en si lado dándole la espalda al lado en el que estaba ella. Y no la abrazo por atrás en la típica posición de cucharita y le susurro cuanto la amaba como siempre lo hizo.

Y ni hablar que ni siquiera se despidió esa misma mañana ya que ni siquiera apareció para desayunar y con mucha suerte le hablaba.

[i]¿Qué pasaría si le contara ahora de su error? Es obvio que me va a dejar. ¿Por qué se porta así? ¿Acaso Pablo le contó? No, no Pablo no lo haría y mucho menos por teléfono en una forma tan impersonal y haría que yo este presente. [b] ¿Me dejo de amar? [/b] [/i] 

Esa duda que le genero fue una puntada muy dolorosa en su pecho, pero sabia perfectamente que no podía imaginarse eso ya que no se podía dejar al amor de lado de un día al otro.

Decidió preguntarle porque se portaba así con ella, así que se movió ya que se había quedado parada en el medio del living hace unos quince minutos.

Se fue con un poco de nervios ya que tenia miedo de cual podría ser la respuesta. Pero mas miedo le daba el poder perderlo y dejar que eso pase.

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